Jan Knap

Nota de prensa


Inicio: 11-04-1987 - Fin: 22-05-1987

 

Una escena paradisiaca. La madre plancha la ropa, el padre recoge legumbres en el huerto, el hijo juega con el trenecito. Una imagen bienintencionada que parece sacada de algún viejo libro escolar de la postguerra. Pero en esos cuadros ha sufrido el paisaje idílico una transformación. Los miembros de esta familia modelo, que aparecen  una y otra vez en las imágenes, lucen sobre su cabezas el dorado resplandor de los santos.

Estas aureolas de santidad dotan a toda la representación de un carácter de ejemplaridad, y elevando a las figuras desde su condición pequeñoburguesa hasta niveles que entroncan con la tradición bizantina, nos obligan a preguntarnos por el sentido que la pintura religiosa pueda tener hoy. Y es algo que tiene que ver con lo que se espera del arte actual; se trata de preguntas tan infrecuentes que impiden a muchos observadores abandonar los caminos trillados de la interpretación y les hacen caer en el malentendido de considerar estos cuadros como un irónico distanciamiento de la pintura religiosa.

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La religión es desde hace siglos una experimentada técnica cultural para aproximarse al Uno. Jan Knap recorre artísticamente, pues, un camino en el que la Belleza y Religión se identifican; algo que se daba por sobreentendido entre los antiguos pintores de iconos. La religión como teoría estética. "Esto es realmente una coincidencia y también hay razón para creer en Dios. Hay innumerables direcciones en este campo por las que se puede llegar a El. Yo mismo no sé muy bien porque pinto precisamente aureolas de santos. Pero creo que sirve."

Stephan Schmitd Wulfen