"El tiempo vencido" - Anuca Aisa - Fundación cajasol. sevilla - comisario

Nota de prensa


El silencio es un elemento esencial en la vida y, en consecuencia, en los procesos creativos que desarrolla como fotógrafa la madrileña Anuca Aísa. «El silencio es el medio en que he vivido durante veinte años», explica esta artista que inauguró ayer «El tiempo vencido», su última exposición en la Fundación Cajasol. En ella presenta la última serie que ha realizado, una decena de imágenes alrededor de los cambios, pérdidas y transformaciones que produce el devenir de la vida.

Anuca Aísa comenzó a quedarse sorda a los 18 años, lo que marcó su carácter. «Agradezco haber vivido en silencio, porque me ha aportado una vida interior. La sordera no te aísla del mundo, sino de las personas, porque te genera soledad cuando estás rodeada de gente. Ahora, gracias a unos implantes, puedo escuchar, pero hay momentos del día que me desconecto en un silencio buscado, que me permite estar conmigo misma».

Esa mirada hacia el interior y la introspección han marcado la producción artística de Anuca Aísa quien tras licenciarse en Derecho encontró su verdadera vocación en la fotografía, a la que llegó de pequeña por ser su padre un aficionado y tener laboratorio en casa, pero a la que se dedicó creativamente tras cursar un máster en el prestigioso Centro Internacional de Fotografía y Cine (EFTI) de Madrid.

En activo como artista desde 2005, ha realizado diversas exposiciones, en la que ha mostrado una obra estructurada siempre en series temáticas de imágenes, animadas por un determinado concepto.

Si la última que realizó en Sevilla en 2016, «Diario del subsuelo» en el Hospital de la Caridad, se centraba en desvelar lugares ocultos de la ciudad, en su nueva muestra inaugurada ayer en la Fundación Cajasol, «El tiempo vencido», Anuca Aísa revela la huella de los cambios sentimentales que produce el paso del tiempo en las personas, lo que hace fijando el objetivo sobre una serie de objetos, que van desde la cola de un vestido de novia a un nicho del cementerio de San Fernando.

Esa mirada sobre la realidad desde el interior, buscando sacar a la superficie aspectos que no se ven a primera vista, es el hilo que une ambas exposiciones y, por extensión, la obra de esta fotógrafa. Pero hay otro punto de conexión entre las dos muestras que ha presentado en la capital andaluza Anuca Aísa: su comisario, el prestigioso galerista sevillano Pepe Cobo.

Pero lo que anima la última serie creada por esta artista y titulada «El tiempo vencido» es el día a día y los cambios que opera en los individuos su fluir. Anuca Aísa trata de sintetizar esas transformaciones en la decena de fotografías en blanco y negro sobre un soporte de papel de algodón que forman parte de esta serie, cuya exposición se inauguró ayer en la Sala Murillo de la Fundación Cajasol, con la presencia de su presidente, Antonio Pulido, el comisario y la propia artista.

La muestra, que puede visitarse hasta el próximo 17 de octubre, parte de las vivencias recientes de esta artista. «La vida es un constante morir y renacer que te va marcando. En mi caso, todos esos procesos de transformación de la vida se me dieron recientemente a la vez, marcando como el fin de una época, como un tiempo que había sido vencido».

Esas vivencias concretas, las transforma Anuca Aísa mediante un proceso de «introspección para encontrar el modo de transmitir en imágenes esos procesos vitales», que se han concretado en esta serie en la elección de objetos que tratan de mostrar las emociones de esas transformaciones y pérdidas que opera el paso del tiempo, como, por ejemplo, flores o una habitación vacía en la que aún quedan huellas de sus habitantes.

«Cada foto responde a algo concreto de mi vida y lo importante no es saber el detalle, sino lograr transmitir mediante la imagen y los objetos esos procesos vitales», explica. De esta forma, la fotografía de esta creadora aborda temas como «la muerte, la ausencia... básicamente, porque la mayoría de cambios vitales comienzan con una pérdida, que acabas transformando en algo que a ti te sirve».

Porque Anuca Aísa no utiliza la fotografía, habitualmente en blanco y negro y siempre con luz natural, para documentar la realidad, «porque no me interesa contarla como es, sino como yo la veo, no solo el aspecto físico de lo que veo, sino lo que siento en esos momentos. No me interesa nada documentar, sino trasladar mis sentimientos y estados de ánimo, porque cada uno tiene su visión de la realidad y a mí me interesa contar la mía».

Esa mirada que busca desvelar esos aspectos que habitan tras los objetos y los lugares es una de las razones que llevaron a Pepe Cobo a interesarse por el trabajo de esta artista. «En esta serie habla de la intimidad, de algo que se acaba o que se acaba de diluir. El silencio que deja lo construido, lo vivido, ese sonido un poco angustioso, triste o melancólico».

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